jueves, 26 de febrero de 2009

PROBLEMATICA DE LA EDUCACION EN COLOMBIA (ENSAYO)

PROBLEMÁTICA DE LA EDUCACION EN COLOMBIA
Oscar Guiovanny Mendoza Osorio

En la actualidad nos enfrentamos a una realidad en la educación Colombiana que muestra las dificultades a las cuales se ven sometidas las áreas del conocimiento y su calidad, en las instituciones de educación o formación básica y media dadas las políticas educativas y de legislación juvenil. Por tanto la labor docente pasa a un segundo plano por que las instituciones se encaminan a reformar tipos de conducta o comportamientos inadecuados de los educandos en sus familias y el fin que deben cumplir las instituciones se pierde; lo que genera esto en Colombia, es que están haciendo ver en muchas ocasiones la labor docente y de las instituciones de formación básica, media y media técnica como lugares a los cuales los padres llevan a sus hijos a que los corrijan ya que en la casa no tienen o no saben como controlar una serie de situaciones que ellos dicen no comprender o no poder llevar a cabo por sus diferentes ocupaciones y el tiempo que le deben dedicar al trabajo.

Esta situación conlleva entonces, a que los educadores en Colombia debamos tener presente más que cualquier persona y en el caso de los mismos penalistas o estudiosos del derecho; que conocer de forma detallada el código de la infancia y la adolescencia para poder mediar en los conflictos que se pueden presentar en la institución con un joven de estos y el conocimiento preciso de la Constitución Nacional Colombiana, situación que hace que la labor docente se relegue a un segundo plano; pues es menester nuestro proteger y salvaguardar la dignidad, la personalidad de un joven, el libre desarrollo de su personalidad, que atenderlos y ayudarles a ellos a comprender mejor las realidades de este mundo globalizado en el cual nos encontramos hoy.
Al parecer se han invertido los papeles o roles, pero lo interesante acá es resaltar, la necesidad continua de la educación colombiana que los docentes se especialicen en otros campos, una situación que además se inscribe en un contexto mucho más amplio, el de la situación social del país (ya no hay un modelo de familia nuclear como papá y mamá, menor posibilidades de estar con los hijos –en términos de tiempo); es en este sentido pierde importancia el pensamiento epistémico y el pensamiento crítico, porque en muchas ocasiones debemos alejarnos de nuestras especialidades y conocimientos para entrar a comprender las acciones que de forma excluyente y poco holista toman los creadores de las reformas educativas y ley general de educación para el pueblo colombiano.

Esto se presenta, porqué quienes generan esta serie de reformas y cambios en la educación del país, piensan en un país que nada tiene que ver con Colombia, piensan en modelos europeos, donde allá pueden ser demasiado efectivos y proactivos estos modelos para el desarrollo del pensamiento epistémico y critico de los estudiantes en sus distintas etapas de formación. Pero ¿Cómo traer e implementar modelos que en Europa son un éxito, en un país como el nuestro donde los niveles de cobertura ni siquiera en las ciudades principales alcanza a llegar al 90%?; esto evidencia que el país no se conoce realmente, ni sabe que tan buenas o perjudiciales pueden ser las aplicaciones de unos modelos como estos, cuando entre el 45 y el 50% de la población colombiana no tiene acceso a las tecnologías como los computadores y el internet, donde las condiciones económicas y los niveles de desarrollo de la población muestra que en un rango no superior al 10% de la población puede acceder a los niveles de educación superior; así como lo plantea Zemelman (2002: 10): “los fenómenos históricos no son lineales, homogéneos, simétricos, ni están sometidos a la mecánica celeste de nadie; son fenómenos complejos en su dinamismo, en el sentido en que se desenvuelven en varios planos de la realidad, no solamente en uno y son a la vez macro y microsociales”.

Estas son algunas de las razones que llevan a pensar y creer que en Colombia falta mucho desarrollar el pensamiento epistémico y crítico, no se sabe si es por miedo, por perder el restringido derecho a la libertad que muchos nos rehusamos a ahondar en estas temáticas que podrían llevar a pensar la educación en nuestro país de distintas maneras, ya que nos encasillamos en seguir el currículo, el PEI de una institución y nos olvidamos de la esencia que tuvimos en nuestros estudios de pregrado, maestría y quizás en algunos casos de un doctorando, y es que, como dice Zemelman (2002: 3): “es un tema fundamental porque cuando se dice “colocarse ante las circunstancias”, frente a las realidades políticas, económicas, culturales, significa que estamos construyendo una relación de conocimiento sin que ésta quede encerrada en un conjunto de atributos; porque eso sería ya una afirmación teórica”, y es que nos limitamos en la mayoría de los casos a reestructurar y rehacer lo que esta escrito y se conoce, pero no nos atrevemos a pensar en algo que no tenga contenido, a desarrollar el pensamiento epistémico que plantea Zemelman en el escrito, porqué no nos visionamos a darle otros nombres a lo que ya tiene nombre como lo decía Bachelard (en textos como La Racionalidad Científica y La Filosofía del No): “ el problema sería cuidarse de dos grandes riesgos: uno, de no ponerle nombre viejo a cosas nuevas, dos, de creer que porque no tienen nombre, en el momento en que se plantea, son innombrables”, esto es en si lo que ha conllevado que la educación colombiana se deba someter a una serie de juicios políticos, económicos, sociales, culturales que no se analizan conjuntamente sino en forma separada y a su vez lo único que hacen es generar brechas muy amplias entre lo que se propone cumplir la formación de los estudiantes en el siglo XXI a nivel de la educación formal por que dista mucho de la realidad en la que nos encontramos.

El dilema que se genera con la interpretación de la realidad en la que estamos inmersos, es que ésta, puede encontrarse con un sin número de miradas las cuales pueden denotar una serie de estructuras de pensamiento distintas y quizás alejadas de la realidad; así ésta se enmarque en las necesidades de mejoramiento de la educación colombiana, dado que puede adquirir significados de acuerdo al contexto o desde el punto de vista que se analice.
Esto no significa por tanto, admitir que la realidad vivida en nuestro país, así se encuentre en crisis económica como se está a nivel mundial deba ser igual o parecido a los efectos de crisis que podrían tener los países de la unión europea. Es en este aspecto que debemos analizar ¿Cuál es la realidad de nuestra educación?; pero para mirarla no como una verdad aciaga de las condiciones mediáticas de la formación, sino más bien a partir de ese análisis generar una descripción crítica de las situaciones que a simple vista no evidenciamos de las dificultades permanentes, continuas, que, permean el surgimiento de una educación basada en hechos constructivos del sujeto que la analiza, no desde afuera y en forma esquemática de lo que la simple observación puede describir, porque de hecho es lo que en términos de formulación de problemas de investigación se queda corto, al no comprender la grandeza y diversidad de las cosas que podemos analizar frente a una situación presentada.

Esto mismo nos lo plantea Zemelman cuando nos habla sobre la condicionalidad y claridad de lo que se define como propio de lo que se quiere conocer: ( Zemelman2002: 1): “esto tiene evidentemente consecuencias de orden práctico, porque si no supiéramos construir un pensamiento de la realidad que tenemos por delante, y esa realidad la definimos en función de exigencias conceptuales que no pueden tener pertinencia para el momento histórico, entonces significa que estamos organizando, no sólo el pensamiento, sino el conocimiento dentro de marcos que no son los propios de esa realidad que se quiere conocer”; por esto pienso que en la formación que se brinde a los nuevos profesionales de la educación debe enfatizárseles mucho en el espíritu creativo y la dimensionalidad del pensamiento epistémico para que comprendan y comprendamos todos de una vez que la realidad hay que verla mucho más allá de lo que aparentemente esta nos muestra, porque son quizás esas cosas, aspectos o fenómenos que no se ven y pasan desapercibidos al frente de nosotros; son los elementos que pueden conllevar a la formulación de grandes problemas investigativos y de encontrar así mismo la solución a las dificultades que enfrenta nuestra educación en el siglo XXI.

  • En síntesis debemos pensar que la educación así pase por dificultades del orden nacional y tenga que atravesar por los discursos politiqueros y mezquinos de quienes dicen ser los representantes de las mayorías colombianas ante el congreso, los que definimos nuestras vidas a favor de esta encomiable y laboriosa labor dejemos de pensar en el ahora y el que será de nuestras vidas en los años futuros y dediquémonos con el amor y la responsabilidad estricta que como docentes tenemos en luchar contra la decidía, el desamparo y el olvido al que ha sido sometida la evolución educativa colombiana, o quizás pensar si es que en algún momento ha existido, porque nos comparan con estándares de calidad europeos, cuando ni siquiera nosotros mismos comprendemos el sentido estricto y la semiótica que se maneja con la palabra calidad, por ello es importante que nos insertemos a abordar el pensamiento epistémico como una fuente para enriquecer nuestra cultura y nuestra idiosincrasia, pero a partir de lo que parece hasta el momento es intangible.



    BIBLIOGRAFIA

    · DE ZUBIRIA SAMPER, Miguel. (1998). Mentefactos I. Santa Fe de Bogotá: Editorial Fundación Alberto Merani.
    GALEANO RAMIREZ, Alberto. (1993). Revolución Educativa. Santa Fe de Bogotá.: Editorial Canal Ramírez Antares LTDA.
    · ISAZA de Gil. Gloria. (2009). Epistemología y pedagogía. universidad de Manizales. Manizales.
    · ZEMELMAN. M. Hugo. (2002). Pensar teórico y pensar epistémico: los retos de las ciencias sociales latinoamericanas. México. Ipecal. Galeana Nº96.







sábado, 21 de febrero de 2009

la pedagogia critica y contextualizacion de la enseñanza


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La pedagogía crítica y la contextualización de la enseñanza
Por: Mónica
Borja

La pedagogía crítica encuentra su sustento en la teoría crítica. En la escuela de Frankfurt los intelectuales y filósofos polemizaron sobre la fuente del conocimiento. El carácter puramente instrumental del conocimiento fue enfrentado al conocimiento como fuente de liberación, como elemento indispensable para descubrir los significados que se esconden detrás de los grandes discursos. La teoría crítica inventó una nueva manera de leer la realidad, capaz de responder a las problemáticas sociales del mundo moderno; esta corriente se ha constituido en un punto de referencia en la búsqueda de una educación desde el enfoque crítico. Surgió, entonces, la pedagogía crítica como una pedagogía respondiente , porque implica una reacción generada desde una reflexión consciente y responsable, la cual desencadena una acción dirigida a rebelarse contra las causas que provocan una situación que se considera carente del beneficio esperado. Muchos autores han dedicado sus reflexiones a este tema, como McCarthy (1995), Carr y Kemmis (1988), Guirox (1997), Rodríguez Rojo (1990, 1991, 1992), Martínez Bonafé (1987) y Giroux y Flecha (1992).
De acuerdo con lo expuesto por McLaren (1997), a continuación señalamos algunas características que se le asignan a la pedagogía crítica:
• Entiende la educación como un proceso de negociación que facilita la comprensión de los significados de la realidad. De ahí la importancia de la formación de la autoconciencia, que convierte a la comunicación biunívoca en un proceso de permanente construcción de significados que se apoyan en las experiencias personales.
• Está encaminada a la transformación social en beneficio de los más débiles. La educación como acción emancipadora debe considerar las desigualdades sociales existentes en el mundo globalizado, así como adquirir un compromiso con la justicia y la equidad y con la emancipación de las ideologías dominantes.
• Apuesta por la autonomía y el autofortalecimiento. Debe permitir a los profesores, y a la comunidad educativa en general, identificar las limitaciones y potenciar las capacidades de tal forma que éstas sean la base para la autosuperación.
Entre los elementos que requiere la pedagogía crítica se pueden señalar los siguientes: la participación, la comunicación, la significación, la humanización, la transformación y la contextualización. Continuaremos nuestra disertación analizando este último aspecto.
Antes de seguir este análisis es preciso aclarar lo que asumimos como contexto. Comprende el espacio geográfico o espacial donde el individuo realiza sus acciones; también contempla las redes de significados –espacios culturales que incluyen elementos históricos, religiosos, sicológicos, ideológicos, etc.– que reconocen y aceptan los sujetos que comparten un mismo espacio físico. El contexto le da significado a las relaciones que se establecen en un grupo: la interpretación del mundo a partir de las “lecturas” personales de la realidad y enriquecidas en la interacción con los demás potencian el carácter social del sujeto que interactúa con su mundo (Segovia, 1997).
Según Noam Chomsky (2002), lo que un individuo interioriza a través del proceso de socialización –las representaciones internas– depende del contexto en el que éste está inmerso (familiar, social, cultural y educativo). Cada individuo interactúa e interpreta de diferente manera la realidad en la que vive; esta interpretación se basa en las representaciones internas que construye. Según sean estas interpretaciones, así serán las actuaciones que realice; por ello, un individuo es más competente en la medida en que sus representaciones internas favorecen una mejor actuación sobre su vida. Al respecto, Lundgren (1992) y Pérez Gómez (1998), entre otros autores, consideran que la educación debe tener presente estas relaciones y determinar cómo las condiciones estructurales de la sociedad influyen en el proceso educativo.
Una educación contextualizada utiliza el entorno como recurso pedagógico (Fernández y Justicia, 1987; Harlen, 1998). Una educación contextualizada será aquella que motive las relaciones del conocimiento con el contexto real del individuo y que lleve al conocimiento más allá, examinando las situaciones de otros contextos, analizando sus contradicciones y encuentros.
En nuestro análisis hemos insistido en el sentido que recobra la educación cuando se enfrenta al contexto; no obstante, en algunas ocasiones la realidad evidencia la existencia de procesos de enseñanza desconectados del contexto, que no motivan la reflexión crítica sobre la realidad social del entorno; sólo en algunas ocasiones intentan establecer algunos vínculos, que se limitan a esfuerzos aislados que no transcienden a la reflexión ni a la toma de posturas ante las diferentes problemáticas de la región y el país.

*Licenciada en Educación con especialidad en Biología y Química. Doctorado en Diseño Curricular y Evaluación Educativa de la Universidad de Valladolid (España). Especialización en la Enseñanza de las Ciencias de la Universidad del Atlántico. Docente del Programa de Licenciatura en Pedagogía Infantil de la Universidad del Norte.

Bibliografía
Chomsky, N. ( 2001). La (des) educación . Barcelona: Síntesis.
McLaren, P. (1997). Pedagogía crítica y cultura depredadora. Políticas de opresión en la era postmoderna. Barcelona: Piadós.
Pérez Gómez, A. I. (1998). La cultura escolar en la sociedad neoliberal. Madrid: Morata.